Nació
en Tarija, en 1985. Vive en Salta hace 10 años. Tiene publicaciones en algunas
revistas literarias y de rock, semanarios de poca monta y pasquines policiales
amarillistas. Libros artesanales de narrativa y poesía: Los hombres verdaderos
no matan coyotes (folletín); Fibonacci tenía un gato que se llamaba secuencia
(cuentos); Ardiles gambeteando nazis (cuentos); El evangelio de blacsotán
(experimento sonoro); Caballitos voladores entre los cables de alta tensión
(poesía). Web: es.scribd.com/clausquinsqui
III
un
capibara de la conciencia
de
llegada un alambique de carne extenso, seseante y nutrido. un camión cisterna
de la piel edificada sobre el protomártir que no pudo evadir las ansias. esta
no es sino otra de las meriendas del hombre mono, del gorila esquizoide que
habita entre las persianas. porque el miedo lo lleva en la sangre y su sangre
es más espesa que el engrudo.
una
canaleta de plexiglás por sobre todo el valle para que no se escape el alarido
de los sabuesos. el olfato no es el mejor sentido para despertar en esta
comisura de la contienda. olor a ciudad. a centro. a tradición.
poncho
de hule por si el agua pasa volando. no se permite entrar con oídos. no se
permite entrar con la boca llena. un quemaquema de paciente común. lento. más
lento. hasta el cristal cortado. ahí el intercambio. un papel por varios
papeles. de vuelta a la bocacalle.
no
hay moneda bajo la virgen. hombrecito caminante lunar. hombrecito quieto. hacia
arriba hay un resguardo. presuroso. libre, pero sin sombra. retorno a la
espesura choripanc.
la
tarde es todavía un resto por ser amortiguado. mientras no cruje, el hambre es
un misterio. no queda sino, visitar a los patos.